Derrame de petróleo en Golfo de México tensa relación entre EEUU y Reino Unido
>> viernes, 18 de junio de 2010
Fuente: La Tercera
Un día después de acordar un fondo de compensaciones por US$ 20.000 millones para las víctimas del derrame de crudo en el Golfo de México, el director ejecutivo de la petrolera británica BP, Tony Hayward, recibió ayer duras acusaciones por parte de los legisladores norteamericanos en su primera audiencia ante el Congreso de EE.UU. "La explosión... no debería haber ocurrido nunca y lamento profundamente que haya ocurrido", se defendió Hayward, en un intento por mejorar la reputación de BP por su papel en el peor desastre ambiental que ha sufrido EE.UU. Un hecho que ha tensado las relaciones entre Washington y Londres, que, a través de la historia, se han caracterizado por estar basadas en una fuerte alianza.
Presionado por las críticas sobre la eficacia en la respuesta de la Casa Blanca ante el derrame de petróleo, el Presidente Barack Obama elevó en las últimas semanas el tono de sus críticas hacia BP. El mandatario afirmó que estaba decidido a "dar una patada en el trasero" a los causantes del desastre originado por la explosión de la plataforma Deepwater Horizon, el 20 de abril. Obama concentró sus críticas en Hayward, afirmando que lo hubiera despedido hace mucho tiempo si de él dependiera.
Los diarios británicos respondieron a Obama por su tono hacia BP, mientras crecían los temores de que se alimentara una cruzada antibritánica en EE.UU., y llamaron al primer ministro británico, David Cameron, a responderle. "Cameron no apoya a BP", dijo The Daily Telegraph en su portada, mientras el Daily Mail llamaba: "Defiende a tu país, Cameron".
"Hay una creciente preocupación de que la agresiva retórica del Presidente (Obama) es exagerada y corre el riesgo de dividir a EE.UU. y Reino Unido", escribió en el diario londinense The Times el ex ministro conservador de Relaciones Exteriores, Malcom Rifkind. Otra de las cosas que molestó a Londres, según el periódico Financial Times, es que Obama se refiriera públicamente a BP con el nombre que dejó de usar a fines de los 90, "British Petroleum", como para enfatizar su procedencia, cuando la mayor parte de la actividad del grupo petrolero hoy se concentra en EE.UU. De hecho, el diario inglés The Guardian destacó que las autoridades de Nueva Orleans -cuyas costas se han visto afectadas por la marea negra- destinaron US$ 5 millones pagados por BP a una campaña para promover el turismo con un eslogan antibritánico: "Esta no es la primera vez que Nueva Orleans sobrevive a los británicos".
Ante este escenario, el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, consideró que las "disputas políticas" entre los dos países no ayudarán a resolver la catástrofe medioambiental, por lo que abogó por no entrar "en un debate" que pueda llevar al "terreno de la diplomacia del megáfono". El fin de semana, Obama mantuvo una conversación telefónica de media hora con Cameron. Según Downing Street, el mandatario norteamericano le transmitió al premier británico que "las frustraciones por el derrame de crudo no tienen nada que ver con la identidad nacional" británica.
Fuente: La Tercera
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